archivador de tauromagia

sábado, 29 de enero de 2011

corrida de aniversario en el coliseo centenario

Fernando Ochoa: Ovación y oreja.
Julián López El Juli: Silencio y pitos.
Octavio García El Payo: Palmas, silencio y ovación en el de regalo.
toros : armilla hermanosernando Ochoa vestido de azul rey y oro con cabos blancos con el primero de la velada Centenario número 36 con 530 kilos, se abrió de capa con verónicas, para el tercio de muleta con una faena derechista ante un astado que se dejaba logrando conectar con el respetable. Pero tras fallar con el estoque en una ocasión perdió el premio. 

El segundo de su lote, cuarto de la tarde ante Ahijado número 56 con 500 kilos fue un toro bueno el cual el michoacano pudo cuajar una buena faena de sentimiento y que el público premió la labor del matador que tiene sobradas cualidades y por ello cortó siendo esta la única de la noche.

Julián López Juli, enfundado en un terno del mismo color que el del michoacano, no pudo lucirse en ninguno de sus dos toros. Su primero Santanderino número 66 y 501 kilos, que al principio se dejaba, se complicó y empezó a irse a menos y a quedarse parado, por lo que el madrileño abrevió su actuación y tras un pinchazo despachó de una estocada al segundo del festejo. 

En el quinto de nombre Chema y 515 kilos el cual fue un toro malo que no dio juego y en el cual el Juli malogró en su actuación siendo despedido entre pitos.

Octavio Garcia El Payo quien lució un terno azul y azabache. Con el toro Pelotari número 45 de 512 kilos excelente toro con el que el queretano pudo gustarse de realizar una gran faena con excelentes pases derechistas y al natural, al final el payo perdió la oreja tras pinchar e intentar descabellar en varias ocasiones. Fue despedido entre aplausos.

El sexto último de la lidia ordinaria con 500 kilos Maestro número 178 un toro infumable en el que el Octavio no pudo hacer nada relevante y por esta razón regaló un toro de Xajay de Santaterino con 501 kilos donde el toro bueno desde su inicio, lo saludó con verónicas y chicuelinas con el capote y tras brindar al público, en una faena de entrega y conexión con el respetable, el de Tauromagia Mexicana lo cuajó de una manera que el publico se le entregó, pero desafortunadamente del estoconazo que metió no doblo y recurrió al descabello donde podemos constatar que es algo en el que Payo debe trabajar, al final fue despedido entre gritos de¡Torero, Torero!.

Los Toros de Armillita Hermanos fue un encierro bien presentado y de buen juego a excepción del 5° Y 6° Que poco le pudieron hacer los espadas y un 7°de regalo lidiado por El Payo de la ganadería de Xajay que fue bueno.